Ademas de ver los museos, estuve casi 6 horas paseando por la ciudad, la pena era la lluvia, que cayo durante todo el dia, pero creo eso me dio la oportunidad de estar durante media hora en el peine del viento, solo mirando absorto como als olas rompian contra las rocas, estaba en paz conmigo y con el mundo genial.
El casco viejo, bien cuidado y aunque la comida es carilla, digo las tapas, para que esta el dinero...
Yo creia que Donisti-San Sebastian, era mas antiguo pero no, resulta que el crecimiento de la ciudad se produjo a finales del19º y principios del 20º, por lo que todo es un gran coleccion de casas muy bellas y cuidadas.
Luego las playas son preciosas y alegra el ver que la gente las utiliza, tienen gimnasio a pie de playa y grupos deportivos entrenan alli. Ademas estas los amantes del surf,en Ondarreta habia como 50 personas "cabalgando las olas".
La gente muy amable y me sorprendio no estar todo el dia escuchando euskera, aunque habia gente que lo hablaba, tambien mucha gente, decia agur etc pero el resto de la conversacion entre ellos era en castellano.
La pena fue la pertinaz lluvia y la derrota del CAI motivo encubierto de la visita a la cuidad.
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